LA BELLEZA DEL CABALLO O LA DIGNIDAD DE UN PALACIO. Respuesta a D. Miguel de Oriol e Ybarra, doctor arquitecto. Julio 2003 En primer lugar me gustaría aclararle que mi escrito a los miembros de la Comisión de Monumentos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando no respondía a ningún artículo suyo publicado en prensa, sino que contestaba a un escrito del Secretario de la Comisión, en el que nos informaba de la opinión de la Academia con respecto al palacio de Boadilla. Yo no conocía su artículo en La Razón publicado en marzo y jamás replicaría a opiniones personales vertidas en ningún medio, pues creo firmemente en la libertad de expresión. (Compruebo que el referido artículo lo firma Vd. de forma personal y no como miembro de la Academia). Este sí, contesta a su último artículo de 7 de julio, pues hago uso de mi derecho a réplica por alusión. No cabe duda de que es Vd. un gran experto y amante del mundo de los caballos con el que parece muy relacionado y que defiende a ultranza la instalación de la Escuela Militar Ecuestre en el palacio de Boadilla. Y es aquí donde nacen nuestras diferencias o tal vez nuestros intereses antagónicos. Nadie pone en duda ni la belleza, ni la grandeza, ni los antecedentes históricos de los caballos, ni siquiera que el palacio de Boadilla, con su entorno, reúna las condiciones óptimas para la instalación de dicha escuela, pero lo que desde la Asociación de Amigos del Palacio defendemos es exactamente lo contrario: que los caballos, sus cuadras, sus olores y sus actividades molestas no son dignos del palacio de Boadilla, declarado BIEN DE INTERES CULTURAL, pagado por todos nosotros y expropiado para fines culturales. Tampoco es relevante que los genios Tiziano y Rubens pintaran virtuosas estampas de los caballos para adornar los palacios, ya que eso no justifica la Cría Caballar y Remonta del Ministerio de Defensa en el Palacio de Boadilla, aunque sí sería mucho más interesante ver colgados tan magníficos cuadros en sus salones que los caballos trotando en sus jardines. No es de interés, en el asunto que nos ocupa, "mi inatención a la importante devaluación que ha sufrido el caballo español respecto a los pura sangre..." ya que los fines de la Asociación que presido defienden el patrimonio histórico y no la protección del caballo. Punto éste en el que deberíamos coincidir ya que Vd. es un miembro académico de la Comisión de Monumentos, y desde ese cargo por lo que debe velar es por la salvaguarda de los mismos, independientemente de los gustos personales, siempre subjetivos, o de cualquier otros vínculos. Permítame que le recuerde que el palacio está ubicado en pleno núcleo urbano y por tanto no está permitido por la ley instalar cuadras, domas de animales o picaderos en el mismo. Boadilla no es culpable, ni debe ser víctima, de que el Ministerio de Defensa no sepa donde instalar sus cuadras, después de vender sus terrenos en Campamento en una sustanciosa operación. El palacio se compró con dinero de todos y para fines culturales. Y está es la clave de la polémica. Nosotros queremos el palacio para un uso cultural, los jardines para pasear libremente, con la instalación de un Auditorio de Verano, en el que se celebren todo tipo de conciertos y representaciones, donde libremente podamos disfrutar de lo que con nuestro dinero se compró, sin encontrarnos carteles de: ZONA MILITAR: PROHIBIDO EL PASO. Quizá valdría la pena otra valoración la MÚSICA o el CABALLO. No creo necesario tene que redactar un artículo elogiando las maravillas de la música, ni su valor histórico, ni la necesidad vital del ser humano de escucharla, es tan obvio... Nosotros, Sr. Oriol, defendemos nuestro patrimonio histórico (por cierto único y singular de la Comunidad de Madrid), nuestro monte protegido, las leyes vigentes: las de Patrimonio y las de Medio Ambiente, nuestro pasado histórico, nuestros derechos como ciudadanos de Boadilla y Vd. (arquitecto-académico) nos contesta con CON ELOGIOS AL CABALLO. Rememora, con nostalgia, las caballerizas de Sabatini y enumera los palacios reales de las capitales europeas como ejemplos a seguir. ¿Se ha parado a medir cuántas hectáreas de terreno tienen esos palacios y cuantas tiene el palacio de Boadilla? ¿No le parecería mucho más prestigioso para los caballos, la instalación de la Escuela Militar en los recintos del Palacio Real de Madrid, por ejemplo? Comenta en su artículo que varias instituciones se han interesado en la utilización del palacio, pero que ninguna ha concretado su disposición presupuestaria. Creo que en este aspecto no tiene todos los datos: el Ministerio de Defensa no va acometer ninguna restauración sobre el edificio ¿A qué llama Vd., pues, recuperar una joya arquitectónica? El único presupuesto es el que va a invertir en sus propias instalaciones y por supuesto en su propio beneficio, la instalación en el palacio es a coste cero, sin ventajas ni contraprestaciones (conocidas) para Boadilla del Monte. ¿Está Vd. seguro de que no habría muchas Instituciones y Organismos que con estas ventajosas condiciones hubieran aceptado? ¿No le parece, que en este caso, no es exactamente generosidad lo que el Ministerio de Defensa nos ofrece? Me imagino que a Vd. estos términos no le preocupan, pero a nosotros como contribuyentes y ciudadanos de Boadilla nos inquieta mucho: pagamos el palacio y lo cedemos gratuitamente a un organismo para disfrute privativo de unos pocos, "elegantes jinetes" como Vd. dice, pero que por muy selectos que sean, no parece muy razonable. Como tampoco lo parece el argumento del Alcalde de Boadilla, según declaró en un pleno, de que la ventaja para nosotros es poder ver a la Infanta doña Elena si viene alguna vez a montar. Definitivamente 4.000 millones de pesetas es un coste muy alto para tan exiguo fin. Es lamentable que tengamos que ser los ciudadanos de a pie, con nuestro esfuerzo personal y económico, los que haciendo uso de nuestro derecho y obligación de la Acción Pública de Salvaguarda, nos veamos obligados a recurrir antes los Tribunales para la interposición de recurso Contencioso-Administrativo para el cumplimiento de lo previsto en la Ley, siendo este el único camino que nos queda, ante la negligencia de los organismos responsables de la custodia del Patrimonio Histórico Español. Y le rogaría, una vez más, que utilice sus respetadas opiniones, desde su cargo en la Academia, para interceder en la defensa de un Bien de Interés Cultural que claramente está en peligro de deterioro. En resumen ¿Palacio-Museo-Jardines-Música-Uso cultural de Interés Público? ó ¿Caballos-cuadras-olores-Uso privativo-militar?
Paloma Olmedo del Rosal |
Theme by Danetsoft and Danang Probo Sayekti inspired by Maksimer. Customized by Warning Head.