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INFORME SOBRE EL CONJUNTO DEL PALACIO DEL INFANTE DON LUIS. BOADILLA DEL MONTE

El palacio de Boadilla fue declarado en su totalidad Conjunto Histórico el 20 de julio de 1974, con informe elaborado por el Excelentísimo académico don Luis Moya Blanco, que a continuación reproducimos.

ELABORADO POR EL ACADÉMICO DON LUIS MOYA BLANCO, PARA QUE SE DECLARARA MONUMENTO HISTÓRICO-ARTÍSTICO.

Madrid, 6 de octubre de 1969.
PALACIO Y JARDINES DE BOADILLA DEL MONTE (MADRID)

En la sesión celebrada por esta Real Academia el día 6 de octubre de 1969 fue leído y aprobado el siguiente dictamen referente al palacio, jardines y parque de Boadilla del Monte, en Madrid, siendo ponente el Académico Excmo. Sr. D. Luis Moya Blanco.

El conjunto monumental que forman el palacio, los jardines de trazado regular situados en su base y el parque agreste que es la continuación de aquéllos, constituye uno de los pocos ejemplares que quedan en España de una organización completa de lo arquitectónico y lo rural, al modo iniciado en El Escorial con el Monasterio, los jardines y la Herrería. Todo el conjunto de Boadilla sufrió grandes daños en la guerra y quizá los más irreparables fueron los que afectaron al jardín o parterre. Los daños del palacio fueron reparados en parte esencial por el arquitecto Don Antonio Navarro Sanjurjo, que terminó su trabajo en 1944; y el parque natural o monte, aunque muy destruido en su vegetación, cumplía y sigue cumpliendo su papel de encuadre paisajista del monumento. En éste se encuentra, además, el gran estanque construido por Ventura Rodríguez a muy poca distancia del palacio y su parterre. Ahora existe un peligro inminente de destrucción de este conjunto, pues se ha proyectado una carretera que ha de atravesar el monte para entrar en el pueblo por el estrecho espacio que queda entre los parterres y el estanque, separando éste de los otros elementos a los que está unido por naturaleza de su utilidad y sobre todo por la composición unitaria del conjunto. Es esta obra de Boadilla una de las pocas en que Ventura Rodríguez pudo dar fin a lo que había concebido como un gran conjunto organizado y uno de los escasos ejemplos de obra no malograda que nos queda de tan gran arquitecto.

Es posible que en la parte propiamente arquitectónica quedase algo sin realizar, pues Ponz habla de "dos alas laterales no construidas", que Kubler (Ars Hispaniae, Tomo XIV) supone "que serían perpendiculares al palacio para formar un patio en U abierto por el lado sudeste", o sea hacia los parterres. Más natural sería que el patio en U se abriese al contrario, hacia la plaza de entrada, para formar un conjunto monumental con la magnífica fuente y arca de agua situada en el eje del palacio. De plazas de entrada en esta forma abundan los ejemplos en palacios reales construidos o reformados en la época: Madrid, Aranjuez, Riofrío (éste sin terminar).

La historia del edificio es sencilla y conocida. Fue encargada la obra a D. Ventura Rodríguez por su entusiasta patrón el Infante D. Luis de Borbón, que ya antes le había encargado otro palacio en Arenas de San Pedro, que no se completó nunca. Ambos palacios son consecuencia del alejamiento de la Corte que le impuso Carlos III a causa de su matrimonio. Este de Boadilla se terminó en 1776, y en él se despliega el genio del arquitecto en toda su madurez y equilibrio, reuniendo la gracia neoclásica de sus obras de juventud con la severidad puritana del enciclopedismo que se extendía por toda Europa en aquel tiempo.

Su planta es del tipo de dos crujías, como el palacio de Liria, aunque en Boadilla se complica bastante la organización. Es largo y estrecho, con la capilla a un lado y la escalera principal al otro, pero no simétricos. De las dos torrecillas que lo coronan, una contiene el cuerpo de luces de la capilla, en tanto que la otra es sólo decorativa. Constan de tres plantas por el lado de la entrada y de cuatro por el de los jardines, que están a nivel inferior, con quince huecos en aquél y diecisiete en éste.

Las destrucciones de la guerra afectaron a las cubiertas y a gran parte del interior, así como a los jardines. Del estado en que quedaron tanto el conjunto monumental como el pueblo de Boadilla dan testimonio dos artículos de los arquitectos Federico Faci y Antonio Navarro Sanjurjo, publicados respectivamente en las revistas Reconstrucción (1941, Abril) y Arquitectura (1944, octubre). En este último se describe la obra de reconstrucción llevada a cabo por su autor.

En cuanto a los jardines y al monte, considerados como parte integrante de este conjunto, es necesario recordar la importancia que ya en tiempos de Medoz se daba a éstos. En el breve artículo dedicado a Boadilla del Monte en su diccionario se encuentran estas referencias: "Un magnífico palacio de los Condes de Chinchón con ermita, jardines espaciosos y de gran mérito y una soberbia fuente de jaspe. "Por el lado de Madrid un paseo y una alameda de media legua de extensión".

Este conjunto de arquitectura y naturaleza es el que está en peligro de destrucción a causa del proyecto de carretera que, atravesando los terrenos que forman la base del conjunto, separaría éste del gran estanque de Ventura Rodríguez.

Por todo ello, esta Real Academia acuerda proponer que se declare Monumento histórico-artístico al palacio de Boadilla del Monte y sus jardines, así como que se declare también Paisaje pintoresco al parque agreste o monte situado al pie de dicho conjunto, cuyo plano se acompaña, indicando en el mismo la zona que interesa a los efectos de las declaraciones antes mencionadas.

Detalle de las zonas de protección y protección total para la propuesta de declaración de Paisaje pintoresco.

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