CARTA
ABIERTA AL PALACIO DE BOADILLA
Boadilla del Monte, Noviembre 2004
Querido Palacio:
Aunque no es muy frecuente mantener relaciones sentimentales
con un puñado de piedras, sí es verdad que entre tú y yo, después de tanto
tiempo y tantas vicisitudes, podemos afirmar que hay algo más.
Hace ya casi tres años que un grupo de amigos, escandalizados
por tu lamentable estado y tu incierto futuro, constituimos esta asociación.
Comenzamos con un folio en blanco y mucho entusiasmo. Pronto, los
acontecimientos empezaron a llenar las páginas de nuestra incipiente historia.
Muchos amigos se alineaban en nuestras demandas, compartiendo nuestras
inquietudes y conseguimos que muchas miradas se dirigieran a tus muros,
indefensos ante la incuria humana. Hicimos cientos de escritos que inundan los
despachos de los altos cargos, responsables de tu custodia. Tu nombre resuena ya
en sus conciencias, y espero que les perturbe. Nosotros ya tenemos pasado y nos
sentimos orgullosos.
La zafiedad de algunos quisieron convertirte en un picadero y
con su prepotencia te hicieron un héroe. Tú, que naciste de un espíritu
elitista, hoy eres el símbolo del pueblo que te cobija.
En alguna ocasión alguien me dijo "¿pero porque te
pones así? si es solo un palacio". He querido escribirte estas líneas
para explicarte por qué.
Eres un palacio, sí, representas la belleza, el arte, los
lazos con el pasado. Eres el legado de nuestra historia, el testigo mudo de
nuestras vidas. Eres el emblema de nuestro pueblo y nuestro patrimonio más
valioso. Ya sólo por eso merecerías todo el respeto del que te mira.
Pero en los últimos años te has convertido, sin querer, en
algo más. Los buitres merodean por tu cielo y especulan con tu valor, ignorando
tu verdadera importancia. Te han querido convertir en un vulgar objeto para
satisfacer sus ambiciones. De momento, no lo han logrado, pero lo que sí han
conseguido, también sin querer, es crearnos a nosotros, tus amigos. Con tanta
vulneración de derechos, han
conseguido que los ciudadanos de a pie nos rebelemos contra lo inadmisible y les
plantemos cara. Alrededor de tu imagen ha crecido nuestro espíritu. Has
fortalecido nuestras ideas, has hecho renacer en nosotros, ideales juveniles que
mas de uno teníamos dormidos. LIBERTAD, ENTENDIMIENTO, SOLIDARIDAD.
Y no caben delirios de proyectos totalitarios. Ha quedado
patente que los administradores del poder ya no pueden administrarnos también
las ideas. La voz de los ciudadanos, de todos nosotros, de tus amigos, te han
salvado ya una vez de los despropósitos políticos y hemos aprendido la
lección, de que ante el ultraje hay que mantenerse unidos. A mi personalmente
no me dan miedo, los buitres solo atacan a los muertos y yo de momento, estoy
muy viva.
En tus largos años de existencia has vivido varias guerras.
Incluso en algunas de ellas saliste malherido. Me imagino que tendrás un bajo
concepto de los humanos, yo a veces también. Pero no te preocupes. El
enfrentamiento sistemático, el acoso y la descalificación al adversario no son
instrumentos de cultura ni de progreso; son más bien actitudes nacidas de la
ignorancia o de la incapacidad intelectual. Nosotros lo hemos sufrido, y sin
embargo nos ha fortalecido en la idea, de que hay que desterrar la discordia y
abrirnos a un nuevo humanismo impaciente de paz. En este escenario nos
encontramos los amigos y coincidimos muchas voluntades, sin banderas, ni signos
de ningún tipo. Con un único objetivo: tu salvación y la nuestra, porque tu
defensa significa la de nuestros derechos. Tu abandono es un insulto a la
inteligencia y a la sensibilidad y protegerte un gratificante placer que nos
honra a todos los ciudadanos. Y este compromiso es irreversible. No estás solo.
No desesperes, los malos políticos son perecederos, pero el arte y la belleza
perduran para siempre.
Los sueños de la razón producen monstruos, decía Goya. Yo
sin embargo lo veo al revés. Los monstruos son reales y están entre nosotros.
Sin embargo en los sueños encontramos la esperanza, la ilusión, los mejores
deseos que fortalecen nuestro espíritu y nos mantienen estimulados para seguir
adelante.
Entre todos, hemos conseguido que nuestro sueño deje de serlo
para convertirse en un gran reto.
Paloma Olmedo del Rosal
PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL PALACIO DE BOADILLA DEL MONTE